sábado, 30 de octubre de 2010

Como la primera vez

Como la primera vez
No esperaba ya hallarte, fue agradable el encuentro.
Me acercaste una copa y me diste una rosa…
Me invitaste a brindar.
La orquesta comenzó una canción… aquella que fue nuestra…
Te miré a los ojos diciendo, suavemente:
-“¿Bailas esta última pieza conmigo?”
No pudiste negarte, tú también lo deseabas.
Tus brazos me rodearon, apoyé mi mejilla en tu hombro.
Y mientras sonaba aquella melodía….
¡ fuimos jóvenes otra vez, como aquel día!

El rancho de don Zenón.


El rancho de don Zenón.
A orillas del Uruguay, cerquita de Yapeyú,
Don Zenón tenía su rancho al final de un caminito.
El camino que se aleja… ¿o el camino que se acerca?
terminaba en una curva que nos llevaba a su puerta.
Lo cuidaba con esmero…techo de su soledad…
como a árboles y flores que, con sus manos, plantó.
Bajo su sombra entonaba, despacito, esta canción:
“Tengo un ranchito lindo y pequeño
frente a las costa de tu Brasil,
donde mi vida, cual dulce sueño
sólo transcurre pensando en ti.
Como quisiera que tú me quieras
con el cariño que siento yo…
Como quisiera que tú supieras:
¡Vivo sufriendo tu desamor!
¡Ay, morena brasilera, dueña de mi corazón.
Me dejaste abandonado y llorando por tu amor!”
De su orilla correntina, él solía contemplar
a lo lejos, en la otra margen, la tierra de su pasión.
Temprano, a la madrugada, disfrutaba la mateada,
Sus pensamientos volaban hacia la que tanto amaba.
…………………………………………………………..
Ayer murió don Zenón. Solo su rancho quedó.
Solo, triste, abandonado… él, que era tan cuidado!
Trato de pintar su estado, quiero recordarlo así…
Como el rancho correntino de alguien… que murió de amor.

Algo que fue…

Algo que fue…
Hace treinta y cinco años yo lo pinté,
Algo hice mal… pues se arruinó.
Era tan bello su marco, que otro, para usarlo, pinté.
No en vano pasó el tiempo… lo que quise ¡no logré!
Aún me faltan detalles pero no tienen nada que ver.
Esperando y disconforme, traté de arreglar aquel.
Ha tomado vida ahora, pero se notan sus huellas…
Parece una mujer que fue bella y el maquillaje no ayuda,
debajo de la pintura se notan aún sus arrugas…
Pero seguirá en su marco como el que, hace mucho tiempo,
mi primer y único óleo… FUE.