domingo, 16 de agosto de 2009

El amor en el ocaso...

Yo no sé porque te gusto...
Yo no se si deshojas una flor...
Sólo sé que quizá el ser poeta,
con mi verso diluído en la paleta
te deslumbro en conjunciones de color.
Quizá un gesto mío te estremece,
otras veces un dulce sonreír...
Quizá la alegría se te ofrece
cada vez que envío, yo, un e-mail.
El poeta recoge a cada paso,
de las ramas, en el árbol de vivir,
algún fruto tentador que allí se mece.
Y el dilema es saber lo que acontece
en el alma de quienes lo padecen...
Van los frutos rodando hacia el dolor
pues no hay triunfos ni fracasos...
Todo lo va hundiendo el ocaso
consumiendo la existencia del amor!


Alda Gladys

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