domingo, 16 de agosto de 2009

Que tristeza!

Qué tristeza hay en tu verso!
¿Será cierto lo que dices?
Porque si se cumple lo que pienso
no seremos muy felices
¡ni comeremos perdices!
Quizás sea la noche
con su carga de amargor
que te hace adoptar la pose
de impensado desamor.
Por más seco que esté el río
un hilo de agua perdura
en el fondo de su lecho,
pronto a recibir la cura
de un torrente de agua plena
que supere el sinsabor
de una ausente luna llena.

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