¡Oh, vida, tan vetusta y dolorida!
Quisiera preguntar a un confidente:
-¿Te embarga un dolor continuamente
o eres tú un alma bendecida?
Desearía de la esperanza, el verde colorido,
y que en mi ramaje triste y tan doliente,
surja un pimpollo de rosa, nuevamente.
El llanto, la esperanza y el ansia ardiente
de que cambien las cosas, yo he sentido.
Más si la FE alimenta al desvalido,
el tiempo la cercena y ciertamente,
la tierra nos espera y… el OLVIDO.
Alda Gladys
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